Es más menos lo que todos hemos entendido siempre como "chapurrear el italiano", que es lo más fácil para nosotros. Sin embargo, anclarse en esta dinámica puede resultar demasiado acomodaticio, porque la realidad demuestra que lo que no se practica, es imposible realmente de aprender. Hoy queremos hablarte de algunas cosas que nos pueden ayudar a superar los problemas con el italiano.
Ve más allá de decir frases aprendidas
Lo más típico es que los turistas españoles aprendan lo mínimo para poder entenderse con el taxista o el dependiente del hotel y pasar el resto del tiempo con sus amigos o su pareja, haciendo turismo y hablando español entre ellos. Si queremos aprender a hablar en italiano, hay que intentar tener conversaciones largas con italianos nativos y huir de lo fácil.Por ejemplo, hacerse el firme propósito de "no comportarte como un turista", sino vivir como un italiano más. Si lo necesitas, un curso de italiano en Italia puede ayudarte a crear relaciones y conocer gente. Entablar conversación con alguien en un bar o un monumento, echarle mucha cara y tratar de ligar con una chica italiana... Huye de los monosílabos y trata de prolongar siempre la conversación.
Intenta decirlo sin usar el español
Los españoles suelen tener mucho éxito en Italia, ya que a italianos y españoles les resulta fácil entenderse. Costumbres mediterráneas, carácter espontáneo y festivo y, en caso de que no entendáis algo, hay un amplio repertorio de palabras parecidas que os pueden servir para haceros entender.De entrada, esto hace mucho más fácil que le perdamos el miedo a no saber expresarnos en italiano, algo que suele pasar mucho con el inglés o el alemán. Intenta hablar siempre en su lengua cuando estés en Italia, y si no sabes decir una palabra, utiliza los gestos o el vocabulario que tengas, pero no digas la palabra en español, a menos que te la pregunten.
Acompáñate de una sonrisa
Aunque no sepas decir algo en italiano, hay un lenguaje que es universal y se percibe con facilidad. Nadie menosprecia una cara simpática, ni un sonrisa bien traída. No se trata de sonreír forzadamente, o cubrir nuestro silencio con una sonrisa compulsiva de: "¿qué hago yo aquí?". Se trata de pasárselo bien y tener una actitud dispuesta a aprender. Esto pasa ya mucho en el aprendizaje de idiomas en general, ya que para "chapurrear" hay que echar un poco mano de nuestra teatralidad.¿Has intentado hablar italiano con italianos durante largo rato? ¿Estás aprendiendo esta lengua? Cuéntanos en los comentarios qué es lo que más te estimula para aprender el italiano.