El alemán está en los libros... ¡pero también en Alemania!



Quien haya estudiado alemán en una escuela de idiomas sabe que es una lengua en la que se tarda bastante en avanzar. Es lógico que algunos se desanimen al principio, pero si de verdad te gusta esta lengua, acabas descubriendo que llega un momento en el que no basta sólo con estudiar: tienes que empezar a hablar alemán con alemanes de verdad. Y la mejor forma de conseguir esto, claro está, es visitando Alemania.

Pero no se trata de hacer un viaje en plan turístico, rodeado de personas hablándote en español. Se trata de "hacer un viaje para conocer personas". Un viaje para aprender sobre la cultura alemana y no sólo estar pendiente de las iglesias o los museos. Ser capaz de convertirse por unas semanas en un alemán más que se levanta cada mañana para ir a sus clases y participa en actividades donde puede practicar el idioma, más allá del aula. Vamos a hablarte de este tipo de experiencia.

Aprender alemán escuchando y tratando con alemanes


Estudiar el alemán en los libros es inevitable; todos tienen que pasar por ahí. El problema es que a veces nos creemos que los métodos de enseñanza son sagrados y siempre han de funcionar. Pero no necesariamente es así. En ocasiones, un mal profesor o un mal libro de texto pueden retrasarnos mucho en el aprendizaje. Para no desanimarse, lo importante es no "dejar para más adelante" eso de tener una conversación en alemán.

En un viaje lingüístico a Alemania acompañarás tu curso de alemán en Alemania con una serie de cosas que complementan tu aprendizaje de manera natural:
  • Salir de fiesta por Múnich para disfrutar de la Oktöberfest, sumergiéndote en la cultura bávara y relacionándote con alemanes y alemanas con muchas ganas de compartir cerveza con alguien.
  • Vivir durante un tiempo con una familia alemana: escuchando hablar alemán a alemanes nativos, personas que muchas veces tienen una larga experiencia recibiendo estudiantes y saben cómo ayudarles para que aprendan todo lo necesario. No hay mejor escuela, porque desde que entras por la puerta, tu vida cotidiana se convierta en una permanente clase de alemán. Lo que supone para ti, además, un aprendizaje mucho más natural y llevadero.
  • Conocer la cultura del país: habrás hablado con alemanes en España, pero no es lo mismo que vivir tú en su país. Tener que tomar el metro en Múnich. Preguntarle algo al dependiente de la tienda. Preguntarle a un viandante por dónde se va a a un sitio. Ese es el verdadero aprendizaje: experiencia natural + aprendizaje.

Este tipo de experiencias hacen que resulte más sencillo una lengua que a veces se vuelve cuesta arriba, pero donde es fundamental empezar, cuanto antes, a hablarla de manera cotidiana. Sin miedo. Aunque digas palabras mal. No lo vas a aprender en un día. Aprenderás equivocándote, que es la mejor manera de aprender.

Cuéntanos tu experiencia con el aprendizaje del alemán. ¿Qué ciudades alemanas has visitado y te gustan más? ¿Qué nivel tienes de alemán actualmente?