Hablo desde mi propia experiencia, aunque es verdad que es recomendable tener ya unos conocimientos básicos antes de llegar. De todas maneras, de lo que no existe duda es de que la forma más natural de aprendizaje por inmersión consiste en visitar, conocer y vivir en el país donde se habla esa lengua.
Razones para ir a estudiar un idioma al extranjero
Cuando vamos a otro país y vemos todos los carteles en otro idioma, algo cambia en nuestra cabeza. Empezamos asociar palabras con cosas. Pero eso no es todo, hay otras razones por las que yo me iría a estudiar una lengua fuera. Por ejemplo:
1. Disfrutar de profesores nativos. No digo que los profesores cuya lengua materna es el español carezcan de un buen nivel de inglés. Ni tampoco que no puedas encontrar muchos profesores nativos en España. Pero estamos demasiado acostumbrados a las clases donde profesor y alumnos son españoles y siempre existe la tentación de soltar algunas palabras en tu idioma. Es verdad que también puede pasar fuera de España, pero depende de los destinos y las fechas.
2. Hablar el idioma en la calle. Te pasará un montón de veces: una persona te pregunta la hora o dónde está algo, el recepcionista del hotel te habla en inglés, en la ventanilla del metro te hablan en inglés, conoces gente autóctona y surge una bonita amistad... Te verás envuelto en un montón de situaciones imprevistas donde tendrás que hacer un pequeño esfuerzo.
3. Escuchar otras voces.Muchas veces aprendemos a escuchar a partir de sonido enlatado. Oímos conversaciones en inglés, francés o alemán en un disco, donde los hablantes pronuncian muy bien las sílabas. En la vida real no solemos vocalizar tanto y por eso es muy bueno escuchar otro tipo de voces y acentos.
4. Hacer turismo. Un curso de idiomas también es una buena oportunidad para hacer turismo y disfrutar de unas felices vacaciones.
5. Conocer la cultura. Hay muchas cosas que no vas a aprender en los libros de texto. Necesitas conocer gente que vive allí, escucharles hablar, vivir como ellos y disfrutar del día a día. Aprenderás expresiones y palabras que tampoco suelen usarse, pero también sus gustos y diversiones más típicas.
6. ¡Y conocer gente! No es lo mismo hablar en francés en una clase, que echado en la hierba con tus compis de clase, con la Torre Eiffel al fondo. La lengua es un medio para disfrutar de la vida, hacer amistades y pasar ratos divertidos.
¿Y tú, por qué harías un curso de idiomas en el extranjero? Cuéntanos tus motivos en los comentarios si tu también eres fan de estudiar idiomas fuera.
