A veces nos pensamos que para aprender un idioma basta con apuntarse a algún curso en la Escuela de Idiomas. Dedicamos 4 horas a la semana más un rato para estudiar y creemos que eso es todo lo que hace falta. Desde luego una clase presencial puede ser muy útil, pero la experiencia nos dice que hay formas y maneras de aprovechar una clase para adquirir un conocimiento sustancioso.
Esto lo comentamos porque, sobre todo cuando somos muy jóvenes, no siempre nos damos cuenta del valor que tiene una clase. Aparte de que la matrícula cuesta dinero (aunque lo paguen los padres), no es sólo esa la cuestión. Es que no estamos pagando sólo para que nos evalúen y al final del curso nos den un título. Estamos pagando para aprovechar los conocimientos de una persona, un guía, un ayudante, el profesor, y unos amigos, compañeros, estudiantes con los que compartimos aula.
Esto es algo intangible de lo que no siempre nos damos cuenta. Si has decidido apuntarte a una clase de idiomas, es importante por tanto que no te limites a "seguir la corriente" y te impliques lo más activamente posible. Sigue estos consejos que te damos en El Blog de Idiomas para aprovechar al máximo tus clases.
1. Empieza el primer día con buen pie. En los primeros días de clase, es cuando se decide todo. Quién es el líder que implica a todos, quiénes son más callados, quién hace más preguntas... ún quizás no conoces a nadie, pero los estudiantes y el profesor te están observando, con curiosidad, para ver cómo eres. En la presentación que hagas de ti mismo, trata de ser lo más asertivo posible, intenta intercambiar algunas palabras con tu compañero de pupitre y sé el primero en preguntar dudas y dejarte oír por los demás.
2. Llega siempre el primero a clase. La puntualidad es importantísima, pero no sólo para no perderte los primeros minutos de clase. Mucha gente suele llegar diez minutos antes y esperar en el banco a que abran la clase y venga el profesor. Es el momento idóneo para conocer gente y hacer amistades. Intenta ser siempre el primero en llegar y el último en irte.
3. Lleva todo el material. Intenta conseguir el libro de texto y el cuaderno lo más rápido posible. También los libros de lectura. Llévalo siempre contigo a clase para llevarlo todo al día y no tener que pedirle a un compañero que lo comparta contigo, dando imagen de dejadez y poca seriedad. Una cosa es olvidarse un día y otra distinta tomarlo por costumbre.
4. Participa mucho en clase. Deja hablar también a tus compañeros, pero siempre que el profesor lance una pregunta al aire, cómete la vergüenza y suéltalo. No importa si te equivocas. Toma la costumbre de ser los que participan en los diálogos, preséntate voluntario cuando nadie quiera salir a la pizarra, sé una persona valiente y eso dará muchos ánimos a los demás estudiantes.
5. Apréndete los nombres de tus compañeros. Toma la decisión desde el primer día de observar a cada uno y tratar de aprender sus nombres lo más pronto posible. Intenta entablar conversación con todos de vez en cuando, por cualquier excusa, y sonreír siempre. Te cogerán más confianza y podréis ayudaros mutuamente. Intenta también pedir los teléfonos, facebook, e-mails, a la primera oportunidad.
6. Trata de implicar a los demás. Lo más bonito de una clase es cuando la gente empieza a conocerse y se crea un vínculo de amistad entre el profesor y los alumnos. Siempre hay personas que se descuelgan o faltan a menudo y otros que están más callados y no participan mucho. Es normal. Pero intenta siempre crear un clima agradable de confianza. Propón actividades, abrir una cuenta en dropbox para compartir deberes... piensa en ideas y ponlas en marcha.
7. Propón actividades fuera de clase. Cuando sea la ocasión adecuada, propón actividades para hacer fuera del ámbito de clase, máxime si estás en una academia en el extranjero. "Oye, voy a ir a tal sitio, ¿os venís?". Trata de implicar a todos, tanto a los que hablan español como los que no, especialmente a estos. No hagáis grupos cerrados, ni marginéis a nadie.
De todos modos, recuerda que no todo el mundo quiere dar su confianza y hay personas que prefieren ir a su aire o quedar descolgadas. No fuerces tampoco a nadie, pero trata de mostrarte amigo también con ellos, ver qué es lo que les gusta y proponer algo que les pueda interesar. De esta forma se crean unos lazos de amistad idóneos para aprender un idioma y mantener tu motivación al máximo.
Esto lo comentamos porque, sobre todo cuando somos muy jóvenes, no siempre nos damos cuenta del valor que tiene una clase. Aparte de que la matrícula cuesta dinero (aunque lo paguen los padres), no es sólo esa la cuestión. Es que no estamos pagando sólo para que nos evalúen y al final del curso nos den un título. Estamos pagando para aprovechar los conocimientos de una persona, un guía, un ayudante, el profesor, y unos amigos, compañeros, estudiantes con los que compartimos aula.
Esto es algo intangible de lo que no siempre nos damos cuenta. Si has decidido apuntarte a una clase de idiomas, es importante por tanto que no te limites a "seguir la corriente" y te impliques lo más activamente posible. Sigue estos consejos que te damos en El Blog de Idiomas para aprovechar al máximo tus clases.
Consejos para aprovechar bien una clase de idiomas
Algunos de estos consejos pueden ser imposibles de cumplir por circunstancias personales, por ejemplo si llegas del trabajo con el tiempo justo y unos minutos tarde. Muchas veces la única manera de poder hacer esto bien es apuntarte sólo a 1 idioma. Pero si tienes posibilidad, trata de aprovechar la clase al máximo poniéndolos en práctica.1. Empieza el primer día con buen pie. En los primeros días de clase, es cuando se decide todo. Quién es el líder que implica a todos, quiénes son más callados, quién hace más preguntas... ún quizás no conoces a nadie, pero los estudiantes y el profesor te están observando, con curiosidad, para ver cómo eres. En la presentación que hagas de ti mismo, trata de ser lo más asertivo posible, intenta intercambiar algunas palabras con tu compañero de pupitre y sé el primero en preguntar dudas y dejarte oír por los demás.
2. Llega siempre el primero a clase. La puntualidad es importantísima, pero no sólo para no perderte los primeros minutos de clase. Mucha gente suele llegar diez minutos antes y esperar en el banco a que abran la clase y venga el profesor. Es el momento idóneo para conocer gente y hacer amistades. Intenta ser siempre el primero en llegar y el último en irte.
3. Lleva todo el material. Intenta conseguir el libro de texto y el cuaderno lo más rápido posible. También los libros de lectura. Llévalo siempre contigo a clase para llevarlo todo al día y no tener que pedirle a un compañero que lo comparta contigo, dando imagen de dejadez y poca seriedad. Una cosa es olvidarse un día y otra distinta tomarlo por costumbre.
4. Participa mucho en clase. Deja hablar también a tus compañeros, pero siempre que el profesor lance una pregunta al aire, cómete la vergüenza y suéltalo. No importa si te equivocas. Toma la costumbre de ser los que participan en los diálogos, preséntate voluntario cuando nadie quiera salir a la pizarra, sé una persona valiente y eso dará muchos ánimos a los demás estudiantes.
5. Apréndete los nombres de tus compañeros. Toma la decisión desde el primer día de observar a cada uno y tratar de aprender sus nombres lo más pronto posible. Intenta entablar conversación con todos de vez en cuando, por cualquier excusa, y sonreír siempre. Te cogerán más confianza y podréis ayudaros mutuamente. Intenta también pedir los teléfonos, facebook, e-mails, a la primera oportunidad.
6. Trata de implicar a los demás. Lo más bonito de una clase es cuando la gente empieza a conocerse y se crea un vínculo de amistad entre el profesor y los alumnos. Siempre hay personas que se descuelgan o faltan a menudo y otros que están más callados y no participan mucho. Es normal. Pero intenta siempre crear un clima agradable de confianza. Propón actividades, abrir una cuenta en dropbox para compartir deberes... piensa en ideas y ponlas en marcha.
7. Propón actividades fuera de clase. Cuando sea la ocasión adecuada, propón actividades para hacer fuera del ámbito de clase, máxime si estás en una academia en el extranjero. "Oye, voy a ir a tal sitio, ¿os venís?". Trata de implicar a todos, tanto a los que hablan español como los que no, especialmente a estos. No hagáis grupos cerrados, ni marginéis a nadie.
De todos modos, recuerda que no todo el mundo quiere dar su confianza y hay personas que prefieren ir a su aire o quedar descolgadas. No fuerces tampoco a nadie, pero trata de mostrarte amigo también con ellos, ver qué es lo que les gusta y proponer algo que les pueda interesar. De esta forma se crean unos lazos de amistad idóneos para aprender un idioma y mantener tu motivación al máximo.